viernes, 23 de enero de 2015

Cómo elaborar una buena memoria de sostenibilidad

Hoy en día el desarrollo sostenible y la responsabilidad social de la empresa se encuentran entre los más temas novedosos de gestión empresarial. Como hemos dicho en anteriores post la responsabilidad social corporativa constituye el compromiso con unos valores elementales y un comportamiento coherente con los méritos sociales y medioambientales de la empresa que le permite desarrollar así su ventaja competitiva. 

Para esto es necesario que la transparencia y la veracidad sean las características principales que rijan la responsabilidad corporativa y para ello es necesario que se presenten físicamente de algún modo. Esto es, bajo las conocidas como “memorias de sostenibilidad”.

A través de estas memorias de sostenibilidad o de responsabilidad corporativa las empresas dan a conocer públicamente los impactos de sostenibilidad positivos y negativos que tienen en la sociedad en general y en los grupos o sectores a los que se dirigen en particular. Las empresas, cada vez más, buscan que sus operaciones sean más sostenibles y para ello necesitan establecerse unos objetivos concretos y unas guías de gestión.

Esta memoria debe estructurarse en dos planos. El primero de ellos debe abordar la dimensión económica, social o medioambiental, mientras que en el segundo la información recopilada debe constituirse según los grupos de interés.

Son muchos los que abogan por una homogeneización de las memorias de sostenibilidad, y a la cabeza está el Global Reporting Initiative (GRI). Uno de los principales objetivos de esta estandarización es que las memorias puedan compararse entre las distintas empresas y esto demuestre el valor en alza de la responsabilidad social corporativa. El liderazgo de la GRI  es principalmente por la vinculación directa con el Programa de Naciones Unidas para el Medio ambiente y porque libremente muchas empresas y ONG’s apuestan por sus guías para estructurar sus memorias de sostenibilidad.

Guía Global Reporting Initiative
Siguiendo la guía del GRI el informe debe dividirse en dos grandes bloques. En la parte primera deben abordarse los principios de elaboración de memorias relativos a la participación de los grupos de interés, el contexto de la sostenibilidad, principios de equilibrio, precisión, periodicidad, fiabilidad y claridad, así como las comprobaciones que pueden utilizarse para contribuir a que la información divulgada tenga la calidad deseada.
La segunda parte debe contener el perfil, que define el contexto general para comprender el desempeño de la organización así como sus estrategias y prácticas de gobierno, el enfoque de la dirección, que contiene información sobre el estilo de gestión y describe el contexto que permite comprender su comportamiento en un sector concreto, y por último, los indicadores de desempeño, éstos permiten disponer de información comparable respecto al desempeño económico, ambiental y social de la organización.

En definitiva, todo esto debe resumirse en cinco etapas:
1. Formar un buen equipo para desarrollar la memoria de sostenibilidad.
2. Planificación: Partiendo de una visión fundamental de la empresa determinar los grupos de interés y adecuar sus necesidades de información con las capacidades y estrategia de la compañía.
3. Medición del rendimiento sostenible: Identificar los puntos sostenibles relevantes para la empresa, evaluarlos y extraer de ellos una nueva perspectiva de la empresa útil para la gestión.
4. Comunicar: Tras analizar la situación social y medioambiental de la empresa, y planificada su la estrategia social responsable hay que elegir las formas de informar y los medios de comunicación que mejor se adapten a la naturaleza de la organización.
5. Mejorar: Para ser realmente efectiva una memoria de sostenibilidad debe permitir a los grupos de interés comentar, recomendar y criticar tanto su presentación como su contenido. Los comentarios deben ser recopilados con vistas a establecer un proceso de mejora continua en sostenibilidad.

Las memorias de sostenibilidad tienen que permitir a la empresa diferenciarse de sus competidores. Algunas de las mejores memorias, ganadoras en el pasado del Premios a la Mejor Memoria de Sostenibilidad de la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas, fueron la de Telefónica, BBVA o por parte de una PYME la de Javierre. Como ejemplo de empresa extranjera, y otra manera de presentar una memoria de sostenibilidad atractiva tanto para accionistas como para consumidores, es IKEA que a través de un vídeo muestra cuáles son sus actividades de impacto social y medio ambiental.