jueves, 19 de febrero de 2015

Las claves para ser más que un buen jefe

Un estudio realizado por Catalyst Knowledge Center: "Inclusive Leadership:
The View From Six Countries"  señala que la humildad es uno de los elementos más decisivos para tener capacidad de liderazgo. Esta publicación muestra que los trabajadores tienen una actitud más positiva hacia su trabajo y se involucraban más en sus equipos de trabajo cuando su jefe tiene un comportamiento más empático y  desinteresado.

Para ser un buen líder y, en consecuencia, un buen jefe, es importante demostrar las emociones ya que esto hace que los empleados sientan que la figura de su superior es más cercana a ellos. La jerarquía empresarial va abriendo paso a una horizontalidad en los puestos de trabajo. 

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Los buenos líderes son capaces de compartir sus errores como herramienta educativa.  Cuando se hace público el propio crecimiento personal, legitiman el crecimiento y aprendizaje de los demás trabajadores. Se sirven del diálogo para llegar a conclusiones positivas para su empresa lo que hace que se comprometan con distintos puntos de vista. Son capaces de asumir que no tienen todas las respuestas lo que permite que sus empleados tengan la posibilidad de ser partícipes de posibles soluciones. 
Un buen jefe es capaz de invertir los papeles para permitir el desarrollo del resto de miembros de la empresa. Los buenos líderes son grandes animadores, son capaces de sacar lo mejor de cada persona y ayudan a superar los posibles fracasos que surgen en el ámbito profesional. Son honestos, perseverantes y respetuosos. Tienen coraje para afrontar sus miedos y retos pero sobre todo saben escuchar. Cuando hablan con sus trabajadores ponen atención, son capaces de recordar no sólo con quien han hablado, sino lo que realmente les estaba diciendo. Cuando un líder está escuchando, puedes tener la certeza de que está captando toda la profundidad del mensaje. 

El artículo The best leaders are Humble leaders”, publicado en Harvard Business Review recoge la importancia que tiene que los trabajadores se vean involucrados en la empresa ya que esto hace que se pongan en marcha nuevas formas de trabajo, sean más innovadores y proactivos. "Los empleados se siente únicos cuando son reconocidos por los distintos talentos y habilidades que aportan a sus equipos; y sienten que pertenecen cuando comparten similitudes importantes con los compañeros de trabajo" señala el artículo.