lunes, 3 de marzo de 2014

Cambiemos el reloj por la brújula

El reloj nos indica que el tiempo pasa, y ello en un entorno sumamente competitivo en ocasiones provoca que nos apresuremos en la toma de decisiones. La brújula, sin embargo, nos indica las direcciones, los caminos a seguir, herramienta que carecerá de utilidad si no paramos de vez en cuando a identificar la dirección que debemos tomar o revisemos el camino que hemos emprendido desde nuestra organización. 


Bajo el título "Gestión eficiente de personas para ser competitivos", Marcos Urarte, presidente del Grupo Pharos, expuso algunas reflexiones sobre el talento, los recursos humanos y la competitividad en la jornada organizada por APD (Asociación para el progreso de la dirección). 

Comenzó su intervención haciendo referencia a las diferencias existentes entre un león de zoológico y uno de selva. Ambos son leones pero uno espera a que le den de comer y el otro, si no caza, no come. Con esta metáfora quiso indicar que durante los últimos 30 años,  las empresas ganaban dinero aun cuando la actividad desarrollada no fuera suficientemente eficiente, en muchas ocasiones no tenían que "salir a buscar clientes", sino que eran estos lo que se ponían en contacto con ellas. Las cosas han cambiado.  

Situaciones como la actual nos muestran que que las empresas han de tomar la postura de ser "leones de selva". Vivimos circunstancias en las que se puede apreciar con mayor claridad cuáles son las organizaciones verdaderamente competitivas y cuáles no y ello es lo que nos obliga a y tratar de trabajar con un fin concreto: ser más eficientes. 

En este sentido realizaba Marcos Urarte una pregunta, sobre la que es interesante reflexionar: ¿cuál es el objetivo finalista de una empresa?

Él respondía esta cuestión de la siguiente manera: "el objetivo finalista de una empresa es conseguir más ventas con la mejor rentabilidad, contribuyendo al desarrollo social interno y externo de una organización y de manera sostenible".

Frase cuyo contenido se ha de analizar detenidamente ya que implica no sólo la obtención de beneficios, sino la proyección en el tiempo ("de manera sostenible"), y la mirada puesta además de en los resultados económicos, en la mejora de nuetsro entorno ("desarrollo social interno y externo de una organización").

Surge entondes el dilema de la productividad vs. competitividad según el ponente. 

RAE:
  • Productividad: 3. f. Econ. Relación entre lo producido y los medios empleados, tales como mano de obra, materiales, energía, etc
  •  Competitividad: 1. f. Capacidad de competir. 2. f. Rivalidad para la consecución de un fin.

La productividad es necesaria pero no es suficiente. Hasta el momento, las empresas se han orientado hacia la productividad dejando en un segundo plano la competitividad. 

Simplificando ambas definiciones, indicada el presidente del Grupo Pharos, que la productividad es "la mirada interna de una empresa" mientras que la competitividad representa "la mirada externa". 
  
Observemos cómo se mueve el mercado, cuáles son las necesidades de los clientes, de los consumidores de los productos y servicios a los que destinamos nuestro trabajo. Preguntemos qué necesitan.

Es el mercado el que decide a quién compra, y éste probablemente desconozca (o no le interese conocer) nuestro grado de productividad. Lo que le interesa es si lo que le ofrece una organización merece la pena y se ajusta a sus necesidades. Y es que, según el ponente, el objetivo de una empresa no es hacer las cosas excepcionalmente bien, sino hacer cosas para las que una persona está dispuesta a pagar.

Según su fórmula, los elementos que entran en juego en la definición de la competitividad de una organización son: 
  • Productividad
  • Precio
  • Posicionamiento
  • Profesionales
  • País
  • Innovación
  • Cultura
  • Calidad

Quizá de vez en cuando deberíamos sustituir el reloj que marca nuestros tiempos por la brújula que nos indica la dirección en la que nuestra organización debe ir para ser verdaderamente competitiva, rentable, sostenible y que contribuya al desarrollo social.